En Halloween protege la fauna silvestre

Bogotá es hábitat de animales silvestres

Bogotá, 31 de octubre de 2022. (@AmbienteBogota). Bogotá es hábitat de animales silvestres que, por sus características físicas y ecológicas, se han visto estigmatizadas por falsas creencias o costumbres en época de Halloween. Muchos de los animales silvestres están en el imaginario de terror, pero en realidad varios de ellos cumplen funciones importantes en el equilibrio de los ecosistemas.

Por ejemplo, los murciélagos, que habitan varias regiones del país, han sido asociados a estas prácticas o mitos de Halloween, sin embargo, la gran mayoría de estos mamíferos voladores se alimentan de insectos y frutos, cumpliendo un papel fundamental en la dispersión de semillas, regeneración de los bosques, polinización y control de insectos plaga.

Así mismo, se pueden encontrar en la región murciélagos piscívoros, carnívoros y nectarívoros. Dentro de las especies que se encuentran en la ciudad están el frutero de Bogotá (Sturnira bogotensis), que se alimenta principalmente de frutos; o el longirostro (Anoura geoffroyi), que prefiere el polen y néctar.

La noche de brujas ha sido erróneamente asociada con las aves crepusculares, guardianas de la noche, que salen a cazar pequeños vertebrados como los ratones. En Bogotá, es común encontrar lechuzas de campanario (Tyto alba), una de la especie que mayor distribución tiene en el planeta y la única presente en la ciudad, pero también hay cinco especies de búhos, dentro de los que se incluyen el rayado (Asio clamator) y el negruzco (Asio stygius), cuya coloración del plumaje les permite camuflarse entre los árboles.

Estos animales se caracterizan por vocalizar fuertemente en las noches para alertar sobre su presencia o para atraer a una potencial pareja. Es común observarlos en humedales y cerca a los Cerros Orientales.

Dentro de los reptiles que han sido fuertemente estigmatizados, se incluye la serpiente sabanera (Atractus crassicaudatus). Esta especie es endémica y solo se puede observar en Bogotá y en el altiplano cundiboyacense. Se alimenta de pequeños insectos y babosas; vive bajo la tierra, ayuda en el control de plagas y en la aireación del suelo.

Finalmente, tenemos a la zarigüeya, chucha, fara o runcho (Didelphis pernigra), otro mamífero, marsupial, expuesto frecuentemente a agresiones humanas debido a su apariencia. Su dieta es omnívora y por lo tanto cumple un papel importante en la regeneración de los bosques al alimentarse, entre otras cosas, de frutas maduras, vegetales y néctar.

La Secretaría de Ambiente hace un llamado a todos los bogotanos para que respeten todas las formas de vida y eviten comprar, extraer, transportar silvestre, de igual manera, invita para que las personas denuncien la tenencia y el tráfico de especies a través de las líneas telefónicas (también por WhatsApp): 317 4276828, 318 8277733, 318 7125560, 318 2616876 y (601) 3778854 en horario de lunes a viernes de 8:00-17:00; o escribiendo al correo electrónico fauna@ambientebogota.gov.co