Conoce a Gladys Emilia Rodríguez Pardo, nueva directora de Control Ambiental: disciplina, amor y pasión son sus pilares de vida
Bogotá, abril 5 de 2024 (@AmbienteBogota) Gladys Emilia Rodríguez Pardo es Ingeniera forestal de la Universidad Francisco José de Caldas y tiene una especialización en sistemas integrados QHSE, es decir en Calidad, Seguridad, Salud Ocupacional y Medio Ambiente de la Universidad de Boyacá.
Esta bogotana, ha vivido prácticamente toda su vida en el barrio Colón, en la localidad de Puente Aranda, excepto durante un corto lapso antes de su embarazo cuando residió en Galerías; y durante casi 4 años en el municipio de Yopal (Casanare).
Gladys es hija de Yolanda, también bogotana, a quien le agradece mucho porque siempre trabajó para sacarla adelante, y Alfredo, su padre, un tolimense que con su ejemplo le dio "el temple" que tiene para tomar decisiones y afrontar las situaciones de su día a día.
Emilia, como la llaman varias personas, vive con su esposo Henry Martínez, también ingeniero forestal, y con Gabriel Eduardo, su único hijo, que cursa segundo grado y quien bautizó a sus dos animales de compañía con los nombres de 'Michi Martincina orejitas', una gata criolla resultado de una adopción y 'Gorda avalancha de amor', una canina hija de los perros de su finca, la cual llevaron a Bogotá para que creciera junto a ellos.
Para ella, su familia ha sido de gran apoyo, más cuando se trata del cuidado de su hijo, ya que su mamá, sus tías y otros familiares, han estado presentes desde su nacimiento.
El camino para estudiar ingeniera forestal fue "guiado por Dios", según cuenta, puesto que la empresa de su mamá cayó en bancarrota así que tuvo que inscribirse en una universidad pública; fue así como llegó a la Universidad Distrital y con el tiempo, aunque estaba inclinada hacia la ingeniera ambiental, identificó que la forestal tenía un objetivo más amplio e integral.
Contó con la buena fortuna de trabajar desde antes de graduarse en ¿El Semillero¿, una empresa privada donde se realizaban pruebas técnicas de laboratorio y pruebas de calidad para los procesos de reforestación. Posteriormente pasó a la Corporación Autónoma Regional de la Orinoquia ¿ CORPORINOQUIA, seccional Yopal, por cerca de cuatro años y luego le ofrecieron venir a la Autoridad Nacional de Licencias Ambientales (ANLA), desempeñándose en cargos técnicos hasta llegar a roles de coordinación.
Se retiró de la ANLA, llegó al Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible a la Dirección de Bosques, Biodiversidad y Servicios Ecosistémicos y, estando justo allí, recibió el llamado para aplicar con su hoja de vida al cargo que ocupa actualmente en la Secretaría Distrital de Ambiente (SDA), como directora de Control Ambiental.
Recibió el reto de ingresar a la Secretaría en un momento difícil porque tenía a su hijo en el hospital con una situación de atención y cuidado, sin embargo, y en medio de la incertidumbre, envío su hoja de vida y al poco tiempo recibió la buena noticia de que había sido seleccionada.
Afirma que trabajar como servidor público le gusta mucho porque "somos un instrumento para lograr que las personas tengan una mejor calidad de vida. Por eso sin importar el papel que desempeñemos debemos hacer un excelente trabajo que le permita al ciudadano sentir que desde la institucionalidad se están haciendo las cosas bien", dijo.
Gladys reconoce que es "una bogotana más de estrato tres, que vive en una de las localidades más grandes de Bogotá, y contar con esta oportunidad para desempeñarme en la dirección de Control Ambiental de la SDA es maravilloso".
Hacer las cosas con disciplina, amor y pasión son sus pilares de vida y servir es lo que más la llena de su trabajo. Le gusta aprender muchas cosas y aunque aplazó su maestría está dentro de sus planes a corto plazo realizarla.
Su lema es "hay que echarle ganas porque siempre podemos tener un mejor alcance o resultado en lo que hacemos".
Llegó a la SDA y encontró funcionarios y contratistas con 8, 10 e incluso 20 años o más de servicio y esto, para ella, "es genial porque la experiencia de varias batallas es la memoria histórica valiosa que hay en las entidades", aseguró.
Sabe que dentro de sus deberes está hacer cumplir las normas e implementar una pedagogía que entregue buenos resultados. Afirma que "el trabajo que recibió le permite apuntar a una transformación desde una de las áreas más grandes de la Secretaría de Ambiente".
Tiene muchos sueños, pero en este momento quiere "entregar lo mejor de mí en este reto laboral, enseñar a las personas que las cosas se pueden hacer bien y que las entidades se hacen con buenos profesionales". En su familia, espera adquirir su casa propia, seguir viendo crecer a su hijo con salud y mantener su hogar.
Siente que su vida ha sido maravillosa porque, a pesar de las pruebas, su familia está bien y es en su trabajo donde encuentra los retos para superar y encontrar soluciones.
En sus tiempos libres disfruta armar rompecabezas de más de 1000 piezas, pintar, visitar la finca de sus suegros en La Calera cuando quiere frío, o viajar a Vianí, Cundinamarca, a donde su padre cuando quiere más calor, lugares donde juega con sus perros, recoge moras silvestres, se acuesta en una hamaca a mirar las nubes y se relaja.
Reconoce que en momentos de crisis su lugar favorito son los brazos de su esposo porque "siente que cuando está allí encuentra la fuerza para tomar decisiones y sentirse tranquila. También compartir con su mamá, mirar las montañas y arrodillarse ante el santísimo".
Afirma que cuando se hacen las cosas con el corazón y con dedicación siempre se reciben buenos frutos y ,como lo dice la biblia, que de lo que se siembra se cosecha. Por eso siente que "con esta oportunidad laboral estoy recibiendo el fruto de mi entrega de todos estos años".
Para culminar enfatiza en que "uno cambia de instituciones, pero siempre lleva consigo lo que uno es como persona. Por eso debemos enfocarnos en ser felices, disfrutar de la familia y dejar buenos recuerdos en cada lugar y en los seres con quienes compartimos nuestra esencia".
Por colaboradoras como Gladys Emilia Rodríguez Pardo nos sentimos "Orgullosos de nuestra gente".