Campesinos de Bogotá aprenden sobre buenas prácticas ambientales

Título del comunicado: Campesinos de Bogotá aprenden sobre buenas prácticas ambientales. Bogotá, 10 de diciembre de 2020. (@Ambientebogota). Bogotá también es rural. En varios rincones de diversas localidades las personas pueden toparse con la amabilidad de los campesinos, que día a día se despiertan con la vista de bellos paisajes y se levantan a trabajar por mejorar las condiciones ambientales de la capital. Ellos cuidan el agua, los cultivos, los animales y solo hace falta ir un poquito más lejos del límite urbano para conocer cómo lo hacen. IFrame La autoridad ambiental trabaja en las zonas rurales de la ciudad enseñándoles a los campesinos cómo implementar acciones sostenibles que permitan el cuidado y la conservación de los recursos naturales. ¿El objetivo es apostarle a la reconversión de los sistemas productivos en buenas prácticas pecuarias, agrícolas y ambientales¿, dijo Norvey Sánchez, de la Secretaría de Ambiente. Ejemplo de ello son los invernaderos y huertas, que con abonos orgánicos, garantizan la seguridad alimentaria y el cuidado de la naturaleza. Para Blanca Caicedo, habitante de la vereda Las Mercedes, en la localidad Ciudad Bolívar, ¿el invernadero ha sido muy importante para nosotros como para sembrar la hortaliza, la arveja, todo lo que es de la huerta, porque si siembra uno al aire libre, pues el ¿hielo¿ no deja o los animales tampoco. A veces se compraba en otras partes, pero ya tenemos toda a la mano¿. Otro de los temas fundamentales es el cuidado del recurso hídrico: ¿La protección del agua se hace, por ejemplo, con un cercado más retirado de la fuente del agua y le damos material vegetal para que siembren, para que protejan la cuenca¿, afirmó Luis Guillermo Gómez, profesional de la Secretaría de Ambiente. La comunidad se ha apropiado de las fuentes de agua, ya que de ellas depende el suministro de este líquido vital: ¿Acá protegemos mucho los nacederos con las cercas y árboles nativos. Donde hay un nacedero se protege mucho¿, cuenta María del Carmen Cárdenas, habitante de la vereda Arrayanes, en la localidad de Usme. Para Blanca, ¿es agua pura porque viene del puro páramo y pues los arbolitos cuidan la quebrada, no hay que botarle basura ni nada de químicos¿. Además, la Secretaría de Ambiente los ha capacitado para aprovechar y reverdecer los suelos. ¿Les enseñamos a que tengan una rotación de potreros, para que les rinda más el pasto y no tengan la necesidad de tumbar árboles, sino que aprovechen bien los terrenos¿, continuó Luis Guillermo. Frente a esto, María del Carmen destaca que ¿protegemos el suelo porque era una tierra demasiada gredosa y ahorita vea el cambio, ya se ha puesto más fértil¿. También hemos trabajado en la implementación de lombricultivos para hacer una fertilización orgánica, y en apicultura para que los campesinos puedan vender miel y a la vez se garantiza el proceso de polinización. Con todos estos cambios y buenas prácticas estamos reverdeciendo Bogotá, también en su zona rural.

Título del comunicado: Campesinos de Bogotá aprenden sobre buenas prácticas ambientales;;;;;;;;;;;;;;;;;;;;;;;;;;;;;;;;;;;;;;;;;;;;;;;;;;;;;;;;;; Bogotá, 10 de diciembre de 2020. (@Ambientebogota). Bogotá también es rural. En varios rincones de diversas localidades las personas pueden toparse con la amabilidad de los campesinos, que día a día se despiertan con la vista de bellos paisajes y se levantan a trabajar por mejorar las condiciones ambientales de la capital. Ellos cuidan el agua, los cultivos, los animales y solo hace falta ir un poquito más lejos del límite urbano para conocer cómo lo hacen. La autoridad ambiental trabaja en las zonas rurales de la ciudad enseñándoles a los campesinos cómo implementar acciones sostenibles que permitan el cuidado y la conservación de los recursos naturales. ¿El objetivo es apostarle a la reconversión de los sistemas productivos en buenas prácticas pecuarias, agrícolas y ambientales¿, dijo Norvey Sánchez, de la Secretaría de Ambiente. Ejemplo de ello son los invernaderos y huertas, que con abonos orgánicos, garantizan la seguridad alimentaria y el cuidado de la naturaleza. Para Blanca Caicedo, habitante de la vereda Las Mercedes, en la localidad Ciudad Bolívar, ¿el invernadero ha sido muy importante para nosotros como para sembrar la hortaliza, la arveja, todo lo que es de la huerta, porque si siembra uno al aire libre, pues el ¿hielo¿ no deja o los animales tampoco. A veces se compraba en otras partes, pero ya tenemos toda a la mano¿. Otro de los temas fundamentales es el cuidado del recurso hídrico: ¿La protección del agua se hace, por ejemplo, con un cercado más retirado de la fuente del agua y le damos material vegetal para que siembren, para que protejan la cuenca¿, afirmó Luis Guillermo Gómez, profesional de la Secretaría de Ambiente. La comunidad se ha apropiado de las fuentes de agua, ya que de ellas depende el suministro de este líquido vital: ¿Acá protegemos mucho los nacederos con las cercas y árboles nativos. Donde hay un nacedero se protege mucho¿, cuenta María del Carmen Cárdenas, habitante de la vereda Arrayanes, en la localidad de Usme. Para Blanca, ¿es agua pura porque viene del puro páramo y pues los arbolitos cuidan la quebrada, no hay que botarle basura ni nada de químicos¿. Además, la Secretaría de Ambiente los ha capacitado para aprovechar y reverdecer los suelos. ¿Les enseñamos a que tengan una rotación de potreros, para que les rinda más el pasto y no tengan la necesidad de tumbar árboles, sino que aprovechen bien los terrenos¿, continuó Luis Guillermo. Frente a esto, María del Carmen destaca que ¿protegemos el suelo porque era una tierra demasiada gredosa y ahorita vea el cambio, ya se ha puesto más fértil¿. También hemos trabajado en la implementación de lombricultivos para hacer una fertilización orgánica, y en apicultura para que los campesinos puedan vender miel y a la vez se garantiza el proceso de polinización;;;;;;;;;;;;;;;;;;.;.;.;;.

Secretaría de Ambiente trabaja en la ruralidad en acuerdos de conservación. Comunicaciones, Secretaría de Ambiente.

Bogotá, 10 de diciembre de 2020. (@Ambientebogota). Bogotá también es rural. En varios rincones de diversas localidades las personas pueden toparse con la amabilidad de los campesinos, que día a día se despiertan con la vista de bellos paisajes y se levantan a trabajar por mejorar las condiciones ambientales de la capital. 

Ellos cuidan el agua, los cultivos, los animales y solo hace falta ir un poquito más lejos del límite urbano para conocer cómo lo hacen.

La autoridad ambiental trabaja en las zonas rurales de la ciudad enseñándoles a los campesinos cómo implementar acciones sostenibles que permitan el cuidado y la conservación de los recursos naturales. ¿El objetivo es apostarle a la reconversión de los sistemas productivos en buenas prácticas pecuarias, agrícolas y ambientales¿, dijo Norvey Sánchez, de la Secretaría de Ambiente. 

Ejemplo de ello son los invernaderos y huertas, que con abonos orgánicos, garantizan la seguridad alimentaria y el cuidado de la naturaleza. Para Blanca Caicedo, habitante de la vereda Las Mercedes, en la localidad Ciudad Bolívar, ¿el invernadero ha sido muy importante para nosotros como para sembrar la hortaliza, la arveja, todo lo que es de la huerta, porque si siembra uno al aire libre, pues el ¿hielo¿ no deja o los animales tampoco. A veces se compraba en otras partes, pero ya tenemos toda a la mano¿. 

Campesinos implementan en sus fincas buenas prácticas ambientales. Foto: Comunicaciones, Secretaría de Ambiente.

Otro de los temas fundamentales es el cuidado del recurso hídrico: ¿La protección del agua se hace, por ejemplo, con un cercado más retirado de la fuente del agua y le damos material vegetal para que siembren, para que protejan la cuenca¿, afirmó Luis Guillermo Gómez, profesional de la Secretaría de Ambiente.

La comunidad se ha apropiado de las fuentes de agua, ya que de ellas depende el suministro de este líquido vital: ¿Acá protegemos mucho los nacederos con las cercas y árboles nativos. Donde hay un nacedero se protege mucho¿, cuenta María del Carmen Cárdenas, habitante de la vereda Arrayanes, en la localidad de Usme. 

Para Blanca, ¿es agua pura porque viene del puro páramo y pues los arbolitos cuidan la quebrada, no hay que botarle basura ni nada de químicos¿. 

Además, la Secretaría de Ambiente los ha capacitado para aprovechar y reverdecer los suelos. ¿Les enseñamos a que tengan una rotación de potreros, para que les rinda más el pasto y no tengan la necesidad de tumbar árboles, sino que aprovechen bien los terrenos¿, continuó Luis Guillermo.

Frente a esto, María del Carmen destaca que ¿protegemos el suelo porque era una tierra demasiada gredosa y ahorita vea el cambio, ya se ha puesto más fértil¿. 

También hemos trabajado en la implementación de lombricultivos para hacer una fertilización orgánica, y en apicultura para que los campesinos puedan vender miel y a la vez se garantiza el proceso de polinización. 

Con todos estos cambios y buenas prácticas estamos reverdeciendo Bogotá, también en su zona rural.