"Quiero seguir dejando un legado a través de mi trabajo, conocimientos y amor por la naturaleza"

"Nosotros somos servidores públicos y eso no se nos puede olvidar en ningún momento, uno está aquí porque hay una ciudadanía que espera que uno obre como ellos esperan que debe hacerse, que los recursos se inviertan bien, que lo que se haga le sirva o se beneficie la gente de ello y eso me parece que no se le puede ir nunca de la cabeza".
Jefe Emilio
Edgar Emilio Rodríguez Bastidas es Biólogo de la Universidad Nacional de Colombia, el segundo de dos hermanos y padre de tres hermosas hijas profesionales. Este hombre de mirada fuerte, pero sonrisa pronunciada y constante, asegura que el 90% de su vida ha trabajado en el sector público, al cual le tiene mucho aprecio y respeto.
"Duré más de 15 años trabajando en Parques Nacionales Naturales, también estuve en el Ministerio de Ambiente, trabajé como asesor ambiental en la Agencia Nacional de Hidrocarburos y he estado mucho tiempo trabajando en campo por la formación que tuve y por el gusto que le tengo de trabajar por y en la naturaleza".
Ahora el reto, de como ya es conocido en la entidad, "el jefe Emilio" es el de trabajar en la Secretaría Distrital de Ambiente para proteger la fauna, la flora, la naturaleza, la biodiversidad y el medioambiente de la capital del país, un reto que espera asumir con entereza, entrega y mucha responsabilidad. Es la primera vez que trabaja en el distrito.
"Cuando me llamó la secretaria, me pareció un reto superinteresante, y hay unas metas importantísimas como la restauración de los cerros orientales, y aportar a eso es muy relevante porque los cerros son un referente nacional, un área emblemática y que proveen de muchos servicios a Bogotá y sus cerca de 8 millones de habitantes".
La pasión por la naturaleza de este bogotano nació desde su niñez. Recuerda que siempre lo llevaban a donde sus abuelos, quienes tenían una finca inmensa en Pasto, Nariño. Ese lugar, cuenta él, tenía un bosque inmenso, donde producían caña. A él le llamaba mucho la atención porque quería todo el tiempo estar en ese lugar.
"Y ahí, en el campo de mis abuelos, es donde creo yo que nació mi amor por la naturaleza. Ese amor por descubrir qué había en ese entorno natural, cómo protegerlo y usarlo sosteniblemente, desde ahí viene el gusto de trabajar por todos los temas ambientales".
Emilio decidió convertirse en biólogo para trabajar y aportar a temas de protección de la naturaleza. A través de los años, al estar en campo, se dio cuenta de que la realidad era otra: no se trataba solo de ser investigador, sino de trabajar con pocos recursos, con las uñas, para ayudar a la gente que lo requería en territorios y entornos naturales biodiversos como La Macarena, donde estuvo varios años, y donde había una ausencia total del Estado.
"Ahí había un choque con esa realidad de las comunidades y entornos a los que llegaba, y esa misma realidad me llevaba a ser recursivo para empezar a trabajar duro y de fondo con los temas de la protección de la naturaleza, que están mediados por conocer la realidad de la gente".
Uno de los más grande aportes de este bogotano a la naturaleza es haber trabajo en Parques Nacionales Naturales y contribuido a la protección de la joya de la corona ambiental de Colombia: Chiribiquete.
"Estando en la Agencia Nacional de Hidrocarburos, hicimos una gestión para aportar a la ampliación de lo que hoy es el Parque Nacional Natural Serranía de Chiribiquete que tiene más de 4 millones de hectáreas y logramos duplicar el área; un área continental de gran relevancia para el país".
La mayor motivación para el jefe Emilio son su esposa Mercedes y sus tres hijas: Juliana, neuropediatra, Bárbara, medica general, y Manuela, antropóloga y quien le ha seguido los pasos. Actualmente, ella es guardaparques en el Parque Nacional Natural Paramillo. Como resalta Edgar Emilio, está dejando un legado hermoso en su descendencia y las personas que lo rodean. Dice que espera ser abuelo pronto.
Al nuevo jefe de la Dirección de Gestión Ambiental le encanta la mecánica de carros: restauró un campero del año 52 al que le dedicó casi 10 años para dejarlo como nuevo. Un clásico totalmente operativo con un profundo valor sentimental para él.
"También me gusta mucho la música, yo estuve 8 semestres en el conservatorio, toco flauta traversa y de vez en cuando en vacaciones trato de rescatar ese hobby".
En época de pandemia, Edgar Emilio participaba en un podcast de la emisora virtual de Parques Nacionales Naturales donde su amor por la música lo llevó a protagonizar varios episodios. Tiene un archivo de más de 3 mil canciones que hablan de la naturaleza.
"Hicimos 23 podcast que salieron semanales, nos moríamos de la risa porque yo nunca había hecho eso, entonces yo era el locutor y hacíamos libretos, algo bien jalado. Y en ese espacio que se enfocó en canciones que hablan solo de naturaleza pude mostrar ese listado de más de 3 mil canciones que tengo y que sigo alimentando día a día de canciones sobre la naturaleza, más de 5 mil personas escuchaban ese podcast que salía los sábados a las 5 de la tarde".
Este bogotano es muy inquieto, dice que siempre debe estar haciendo algo. A parte de trabajar por la naturaleza y el medioambiente, es productor cafetero. Tiene un emprendimiento: Café Alta Loma.
"Cultivo, tengo beneficios, transformo y vendo un café especial, entonces estoy todo el tiempo ocupado. Todos los sábados estoy pendiente de mi emprendimiento: Café Alta Loma. Además, me gusta hacer cursos que tengan que ver con café, y con este café hemos participado en concursos, nos ha ido bien. Tener una actividad productiva, alternativa me permite también hacer algo diferente los fines de semana".
El jefe Emilio espera hacer un gran equipo con cada integrante de la Secretaría Distrital de Ambiente, especialmente con aquellos compañeros y colegas con los que alguna vez compartió un espacio laboral en Parques Nacionales Naturales y el Ministerio de Ambiente, entre otras entidades.
Como él dice: "siempre tendré una sonrisa y una buena canción que contagie a las personas para que sean felices de corazón".
Por colaboradores como Edgar Emilio Rodríguez Bastidas nos sentimos "Orgullosos de nuestra gente".
